Bernardo Gui:  
            Sobre los Albigenses
           
                Un inquisidor experimentado describe a los Albigenses  
           Sería demasiado largo describir con lujo de
            detalles la manera en que estos mismos herejes Maniqueos predican
            y enseñan a sus seguidores, pero hemos de considerarlo
            brevemente aquí.   
           En primer lugar, ellos generalmente dicen de sí
            mismos que son cristianos buenos, que no juran, ni mienten, ni
            hablan la mal de otros; que no matan a hombre ni a animal, ni
            nada que tenga aliento de vida, y que tienen la fe del Señor
            Jesucristo y su evangelio tal como la enseñaron los apóstoles.
            Ellos afirman que ocupan el lugar de los apóstoles, y,
            por motivo de las cosas antes mencionadas, es que la Iglesia Romana,
            a través de los prelados, los clérigos, y los monjes,
            y especialmente los inquisidores de la herejía, los persigue
            y les llama herejes, aunque son buenos hombres y buenos cristianos,
            y que son perseguidos así como lo fueron Cristo y sus apóstoles
            por los Fariseos.   
           Además, ellos hablan al laicado acerca de
            la perversa vida de los clérigos y prelados de la Iglesia
            Romana, indicando y exponiendo el orgullo, codicia, avaricia e
            inmundicia de sus vidas, y otros tales males a su entender. Ellos
            invocan con su propia interpretación y según sus
            habilidades la autoridad de los Evangelios y las Epístolas
            contra la condición de los prelados, eclesiásticos,
            y monjes, a quienes ellos denominan Fariseos y falsos profetas,
            quienes dicen, pero no hacen.   
           Después atacan y vituperan, uno por uno, todos
            los sacramentos de la Iglesia, especialmente el sacramento de
            la eucaristía, diciendo que no es posible que contenga
            el cuerpo de Cristo, porque aunque fuese tan grande como el monte
            más alto, los Cristianos ya lo habrían consumido
            para esta fecha. Afirman que la hostia viene de la paja, que pasa
            por las colas de caballos, a saber, cuando la harina es limpiada
            por un cedazo (de pelo de caballo); y además, pasa por
            el cuerpo y tiene un fin vil, lo cual, ellos dicen, no podría
            acontecer si Dios estuviera allí.   
           Del bautismo, afirman que el agua es material y corruptible
            y es por lo tanto la creación del poder malo, y que no
            puede santificar el alma, pero que los eclesiásticos venden
            esta por avaricia, tal como venden la tierra para enterrar a los
            muertos, y el aceite a los enfermos cuando los ungen, y tal como
            venden la confesión de pecados hecha a sacerdotes.   
           Por lo tanto ellos declaran que la confesión
            hecha a los sacerdotes de la Iglesia Romana es inútil,
            y que, puesto que los sacerdotes pueden ser pecadores, ellos no
            tienen potestad de soltar ni de atar, y, siendo impuros en sí
            mismos, no puede hacer limpios a otros. Afirman, además,
            que la cruz de Cristo no se debe adorar ni venerar, porque, según
            insisten, nadie venera ni adora el patíbulo sobre el cual
            un padre, pariente, o amigo ha sido colgado. Ellos también
            declaran que los que adoran la cruz deben, por razones semejantes,
            venerar todas las espinas y las lanzas, porque cuando el cuerpo
            de Cristo estaba en la cruz durante la pasión, así
            mismo estuvo la corona de espinas en su cabeza y la lanza del
            soldado en su costado, Ellos proclaman muchas otras cosas escandalosas
            con respecto a los sacramentos.   
           Además ellos leen de los Evangelios y las
            Epístolas en la lengua vulgar, aplicándolas y exponiéndolas
            a su favor y contra la condición de la Iglesia Romana en
            una manera que lo tomaría demasiado tiempo describir con
            lujo de detalles; pero todo relacionado con este tema se puede
            leer de modo más completo en los libros que ellos han escrito
            e infectado, y pueden aprenderse de las confesiones hechas por
            aquellos de entre sus seguidores quienes se han convertido.  
              
                Del Manual del Inquisidor de Bernardo Gui
            [muerto en 1331], de principio del siglo XIV, traducido en Conferencias
              sobre la Historia europea, de J. H. Robinson (Boston: Ginn,
            1905), págs. 381-383  
                Este texto forma parte del Libro de fuente medieval
            de Internet. El Libro de fuente es una colección de
            textos del dominio público y de copia permitida relacionados
            a la historia medieval y Bizantina.   
           Salvo indicación contraria, este la forma
            específica de documento electrónico está
            amparada bajo derechos de autor. Se otorga permiso para hacer
            copias electrónicas, su distribución en forma impresa
            para fines educativos y uso personal. Si se reduplica el documento,
            indique la fuente. No se otorga permiso alguno para usos comerciales.   
           © Enrique Chi  - Traducido al castellano de
            la versión en inglés. 
              
           
           This text is part of the Internet Medieval Source Book.
            The Sourcebook is a collection of public domain and copy-permitted
            texts related to medieval and Byzantine history.  
           Unless otherwise indicated the specific electronic form of the
            document is copyright. Permission is granted for electronic copying,
            distribution in print form for educational purposes and personal
            use. If you do reduplicate the document, indicate the source.
            No permission is granted for commercial use.  
           © Paul Halsall November 1997  
            halsall@murray.fordham.edu  
           
           
                  
 
The Internet History Sourcebooks Project is located at the History Department of  Fordham University, New York. The Internet
  Medieval Sourcebook, and other medieval components of the project, are located at
  the Fordham University Center
    for Medieval Studies.The IHSP recognizes the contribution of Fordham University, the
  Fordham University History Department, and the Fordham Center for Medieval Studies in
  providing web space and server support for the project. The IHSP is a project independent of Fordham University.  Although the IHSP seeks to follow all applicable copyright law, Fordham University is not
  the institutional owner, and is not liable as the result of any legal action. 
   
  
    © Site Concept and Design: Paul Halsall  created 26 Jan 1996: latest revision 20 Oct 2025  [CV] 
   
    |